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Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo…” (Hch 19, 2) esta es la expresión que muchas personas alrededor del mundo usan cuando se les pregunta por el Espíritu Santo

“Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo…” (Hch 19, 2) esta es la expresión que muchas personas alrededor del mundo usan cuando se les pregunta por el Espíritu Santo, algunas de ellas han recibido los sacramentos del Bautismo y Confirmación, pero esto no es garantía que conozcan el Espíritu Santo. Hoy quiero compartir contigo mi propia experiencia sobre el Espíritu Santo, lo que hoy coloco con sencillez frente a tus ojos no es un tratado teológico que pretende ser aceptado como imposición, hoy como antes hablo como amigo que expresa lo que da sentido a mi vida: Jesús el Señor!!!

Hace uno años escuchaba una palabra que casi nada decía a mi vida; paráclito, esta es la manera como Jesús llama al Espíritu Santo en el evangelio de Juan 16, 7: “les conviene que yo me vaya, porque mientras yo no me vaya, el Paráclito no vendrá a ustedes. Yo me voy, y es para enviárselo”. Pues bien me di a la tarea de investigar un poco sobre su significado y encontré que tiene más de cincuenta. Ahora bien, cuando tú y yo decimos Paráclito; estamos expresando que nos referimos a una persona real y concreta que consuela, defiende, da vigor, que enseña. También queremos decir una persona que viene en ayuda de nuestros gritos de súplica, se trata entonces del Padre y amigo que escucha lo que existe en lo más profundo de nuestro ser; lamentos, tristezas, deseos y miedos. Comprendo mejor cuando Pablo expresa: “el Espíritu Santo viene ayuda de nuestra debilidad” (Rm 8, 26) Él no es indiferente ante el dolor, sino que toma parte en seguida y nos hace sentir su amor, su ayuda.

Hoy después de unos años de crisis, dudas y desiertos espirituales. Puedo decir que tengo una relación mucho más cercana con la persona que se llama Espíritu Santo, a cada momento lo llamo con mucha insistencia porque reconozco que necesito más de él, de su presencia, de su compañía. Reconozco que solo no puedo nada, para mí es Padre, amigo, consolador, defensor, quien me da fuerzas para luchar a diario, medico, en una palabra, es mi RESPALDO.

¿Quién es el Espíritu Santo para ti? ¿Quieres recibir el Espíritu Santo? “¿Qué pasaría si en este momento te llenarás del Espíritu Santo, si hay una transformación profunda de tu corazón, de tu vida, porque el Espíritu de Dios llego para tu vida? ¿Qué pasaría si tu hogar se llenara del Espíritu de Dios?, ¿Qué pasaría si nuestras comunidades y grupos rebosaran de Espíritu Santo?, ¿qué podría suceder si las parroquias estuvieran bañadas, bautizadas en Espíritu Santo? Pasaría lo inaudito, pasaría lo maravilloso yo pienso” Imagino que tu vida, tu familia, tu trabajo, tu estudio sería lleno, bautizado, saturado de la poderosa presencia del Espíritu Santo, pasaría lo maravilloso yo pienso.

 

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