Hace setenta días o un poco más atrás, en la Iglesia se “vivía” en una expectativa muy marcada esperando la poderosísima y liberadora presencia del Espíritu Santo (Jn 14,26). Sobre esta actitud, hoy vienen algunas preguntas, ¿vivimos en espera gozosa todavía hoy?.
“Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo…” (Hch 19, 2) esta es la expresión que muchas personas alrededor del mundo usan cuando se les pregunta por el Espíritu Santo